miércoles, 31 de diciembre de 2008

ADIOS AL 2008


Alejandro Ramirez en el mar de nieve / Vancouver, Canada. Diciembre, 2008.

En el mes de marzo escribí que al igual que el Coronel Aureliano Buendia recordaba aquel dia en que lo habían llevado a conocer el hielo, yo recordaba como había ido a conocer la nieve. La novedad es que diez meses después la nieve ha vuelto y lo ha cubierto todo, nada existe, todo se supone esta debajo: las banquetas, los colores, las fachadas, los techos, los anuncios, los autos, las calles, las casas, la gente, los árboles, la bicicleta de Aram, los animales y también aunque nadie me crea, la playa. Desde hace días el mar muerto de Vancouver choca sus olas con trozos de hielo blanco que le prometen un pronto encuentro con la oscura arena de otros tiempos.

Así con ese recuerdo termina este año para mi. 

En el periódico he leido que el año se termina con una crisis económica mundial provocada por Estados Unidos, que Israel ataca Gaza como respuesta a las agresiones que venía sufriendo, Cuba celebra 50 años de su revolucion con un Fidel Castro moribundo, el EZLN cumple 15 y lo celebra sin el Comandante Marcos, en México sigue la guerra contra el narco, en la India reconstruyen el hotel del atentado y Barak Obama descansa en Hawai antes de convertirse en Presidente de Estados Unidos.

Yo tengo por primera vez un Ipod, lo he llenado de las canciones que me gustan y cuando camino por las calles, subo el volumen, entonces me siento que yo también vivo debajo de la nieve, congelado, en pausa, protegido de todas las bombas, tiros, crisis y vacaciones; esperando que el sol de nuevos buenos tiempos llegue y me provoque volver a vivir.

El 2008 me regaló el tiempo que no tenía, amigos, una familia, un nuevo idioma, historias, experiencia, baile, cine, maestros, libros, música, conocimiento, salud, risa, comida, viajes y un deseo enorme de seguir. 

Alejandro Ramírez

lunes, 15 de diciembre de 2008

FOTOGRAFIAS



Alejandro Ramírez un día en el set de SIMON / Foto: Olivia Alfonso


Aqui una de las muchas y tontas costumbre que tengo en la vida: la de tratar de no olvidar nada, nadie, nunca.

Desde hace muchos años tengo un presentimiento, el de que alguna vez, si es que llego a viejo, voy a comenzar olvidarme de todo, tal vez porque padezca alzheimer, tal vez porque me vuelta tonto (si no es que ya lo soy) o a lo mejor, porque mi cerebro me dice "hasta aqui"

Por eso comencé con una fijación que me ha acompañado por años, la de escribir en todo lo que me interesa, su historia. A los libros les escribo en la primera página el día que los comienzo a leer, el clima que hace, el lugar donde estoy y la forma en que los obtuve; y cuando los termino también. A las cosas que les regalo a mis amigos, me hago el favor de anotarles algo, por si un día se me olvida quererlos. También me escribo emails con las cosas que son importantes y me los mando a una cuenta que es solo mía y que espero nunca olvidar su contraseña. También me escribo cuentos y guiones y en ellos mezclo las cosas que no quiero olvidar, por eso les digo que escribo de prestado.

Pero por si las letras no me bastan para recordar las cosas, para eso existen las cámaras, lo único malo, es que no siempre hay alguien que me ayude a tomar una foto en la que yo salga, por eso tengo fotos de mis pies en todas las alcantarillas de los lugares a donde viajo, aquellas tapas de hierro pesado, tiene grabado el nombre de la ciudad y en ocasiones, hasta el año. Ahi mismo pongo mis pies y les hago un retrato, es una forma de recordar que yo estuve ahi, también le hago fotos a los nombres de las calles, a las placas de los autos y a veces a los letreros que la gente pone en la calle, mis favoritos son "La via dolorosa" de Jerusalem, "La calle de la Amargura" en Madrid y el letrero que pendía de un balcón de una esquina del Puerto de Veracruz "Se alquilan cuartos para hombres solos".

Hace una semana, concluimos de rodar SIMON y como si fuera aquello un altar a mi memoría, usé un montón de las fotos que me ayudan a recordar y las esparcí en un muro como parte del set del cortometraje. Zony y Nuria, contribuyeron con varias. En la foto pueden ver a unas tortugas flotando en el agua, a Gertrudis, del cortometraje de Patricia Carrillo, a Ari Brickman en"De Mesmer con Amor o Té para dos" de Alejandro Lubezki, otro still del largometraje ecuatoriano de Anahi Honesein y Daniel Andrade "Esas no son penas" y la primera foto de Aliah Maya Lagarde (su ultrasonido).

Esta vez, si habia alguien que estuviera detrás de la cámara y me hiciera esta foto que la sumo a mis acciones preventivas contra el olvido. Olivia Alfonso captó este momento, en el que el día estaba por terminar.