A los feos no nos toca nadie.
Cuando terminé de escribir el primer capítulo del guión de la pelicula TODOS HEMOS PECADO sentí que había alguién esperando a esa mujer que hablaba tan triste (La Chingada Vieja), entonces comencé a imaginar en mi cabeza un personaje que desde su primera visión tenía el rostro de Alberto Estrella, lo que no tenía era un nombre propio, porque nadie le había puesto uno o porque a nadie le importaba si existía o no. Tan solo era un muerto, pero como dice la frase de la película: Y si los muertos aman, después de muertos amarnos más. Ese fue el motivo que me llevó a describir en varias páginas la historia de este HOMBRE SIN NOMBRE que muere, se enamora y muere en un ciclo interminable. Alberto Estrella le dio vida a este hombre muerto y también le prestó el corazón para que se enamorará...
Alejandro Ramírez