jueves, 7 de abril de 2011

LA SANGRE


El color más vivo de todos los que he visto, es el rojo. Tal vez porque ese es el color de las cosas que más amamos, el primero que vemos al nacer, si es que vemos algo, el que nos baña y que pronto alguien se encarga de eliminar. El color que los toros siguen, a pesar de ser daltónicos. El color de una cruz que viene al auxiilio de los moribundos. El color que tiene mi bandera. El color de la pasión, del amor y de las rosas que sirven para demostrarlo. El color que en los semáforos nos dice alto. El color de ese liquido que nos hace vivos, que nos recorre, el color de la sangre.

Es también la sangre lo que nos simboliza mucho a los seres humanos, a mi, en lo particular, me simboliza pasión, estar vivo, la salud, y por sobre todas las cosas la hermandad. Yo tengo treinta y dos años y cinco hermanos, por nuestros cuerpos corre la misma sangre. Hace seis años, recibi una llamada que me decia, ¨corre¨ y corrí... a mi hermano lo habían balaceado, que horrible palabra, pero asi lo escribieron en el ministerio público, en donde tuve que esperar un trámite para denunciar un asalto a su negocio, un robo en donde no robaron nada, un asesinato por un motivo que nunca voy a saber. Esa noche la sangre se ausentó, se fue del cuerpo de mi hermano, una autopsia vacio su cuerpo y me entregó otro, el de un muerto al que aun hoy me niego a decir adiós.

Esta tarde, el país entero, incluso en otros paises, salieron a las calles para manifestarse y decir NO MÁS SANGRE, yo esta noche quiero decirles lo contrario, me encantaría saber que hay MAS SANGRE, que no se ha vaciado de la vida de mi hermano, que no se ha extinguido de la vida de millones, que no hubo nadie que decidiera el fin de una vida, que la muerte volviera a hacer su trabajo sin la ayuda de nadie. No hay duda, lo natural, siempre será mas hermoso.

También quiero decir, que no quiero que haya pobres, ni hambrientos, ni maltratados, ni ofensas, ni robos, ni mentiras, ni traiciones, ni enemigos, ni ambiciones, ni asaltos a tiendas de hermanos, ni balas que compren, vendan, regalen o dejen pasar, que los muertos mueran de forma natural y que nadie se atreva a matar a otro.

No me gusta la palabra matar, es más hermoso el verbo morir. Algun dia todos moriremos, ojalá nunca matemos, ni nos mate nadie.

Alejandro Ramírez.

1 comentario:

  1. Anónimo11:20 a.m.

    Profundo Alejandro, tambien abogo por que algun dia muera, tranquila si es posible, natural como deberia ser, y que nadie se tome mi muerte ni la de nadie mas por decision propia.
    Ojala que nunca matemos, ni que nos mate nadie.
    Alto a la violencia en Mexico, para poder vivir mas tranquilos.

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