lunes, 15 de mayo de 2006

UNA HISTORIA PARA ANA OELIA MURGUÍA


La primer imagen que recuerdo de Ana Ofelia Murguía es la de la película Las Poquianchis, sobre todo una escena en la que entra al ministerio público lleno de periodistas y ella a medio vestir llega a defenderse de la acusación que recae en su contra, pues la acusan de ser una de las lenonas. Su actuación y la escena nos hacen pensar en cualquiera de las imágenes que hoy vemos en los noticiarios, sin duda aquel recuerdo que tengo de ella se me fue grabando en la lista de cosas por hacer: trabajar con ella.
Años después vi muchas películas en las que ella actuaba: El apando, Cruz, El profeta Mimi, La viuda negra, María de mi corazón, Los motivos de Luz, Ambar, El jardín del Edén, La reina de la noche, Tarde de una familia de clase media, El anzuelo, De noche vienes Esmeralda, Ave María, Su alteza serenisima, Sexo por compasión, Pachito Rex, La maceta o Escrito en el cuerpo de la noche... fue justamente al salir de la exhibición de esta película dirigida por Jaime Humberto Hermosillo cuando me surgió la idea de escribir una historia para ella, quise que fuera llena de humor y que fuera negro, entonces comencé a escribir TODA UNA VIDA.
Recorde que en un cuento escrito por Cristina Pachecho incluido en su libro Limpios de todo amor, un personaje que vivia en un circo le comentaba a otro: tu siempre sueñas feo. Asi empezó todo, con una frase que me hizo pensar en lo que sucedería si alguien soñara todas las noches lo mismo. Lo demás fue pura suma y préstamo de la vida, quise que fuera en Veracruz porque es un lugar que me suena a cine, se escucha el mar, se huele la brisa y sin saberlo explicar desde que llegó al puerto escucho un danzón.
La historia la escribi y la dirigí para que la actuará Ana Ofelia Murguía, trabajar con ella fue una clase para mí. Ahora yo también sueño como aquel personaje llamado Elena, sueño que escribo más historias y que sigo filmando...

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