"La vida no es sumar, es restar", decia el viejo de una película. Ahora lo creo más que nunca, vivimos queriendo ser más ricos, más guapos, más famosos, más queridos, más inteligentes, más de todo. Algunos creen lograrlo, otros simplemente nos quedamos con ganas de ser, no sé si algo más, pero si de ser. Sin duda, la vida resta, nos resta tiempo, nos resta la inocencia, nos resta la juventud, nos resta el tiempo que deseamos compartir con los amigos, nos resta el amor, nos resta las presencias, nos resta los amaneceres que veremos en nuestras vidas, resta tambien las horas que tenemos para soñar, nos resta la salud, resta y resta hasta dejarnos en ceros. Porque después ya no sirve de nada lo sumado, sino lo vivido. Por eso hoy tengo la certeza de que a mi vida le voy a restar lo que tenga que restarle, pero bien gastado, utilizado, explotado, hasta que no quede nada. Para que cuando vea la ecuación final, no me sienta culpable de haber perdido sin haberme dado cuenta.
Por eso hoy que estan por terminarse los trescientos sesenta y cinco días y noches que me regaló el dos mil seis, quiero agardecerle y decirle que será un año de esos que se quedan registrados en la memoria en color rojo y subrayado, porque fue bueno conmigo y me permitió seguir vivo. INDI se conviritió en mi casa, no hay domingo que se digne ser domingo, sin que yo esté ahi con los amigos: Juan, Mitzuko y los alumnos que por más que intento, no logro evitar que terminen siendo mis amigos. Por primera vez supe lo que era una golpiza, bueno, solo un intento, pero comprobe que tengo una gran familia. También me detuvo la AFI por evadir una multa de tránsito, que ironía, yo que ni sé manejar, pero todo se lo debo a mi amigo Raúl. Toda una vida y La moral en turno me hicieron sentir la piel chinta en cada exhibición que tuvieron y me emocionaron por los premios que recibieron, esas son señales de aliento, no solo para mi, sino para todos los que hicieron posible los cortos. Conocí gente maravillosa: a Meche Carreño, Salvador Rich, Christina Schmit, Ana Paula, Regina, la Sanchez Navarro, Ivan y JC, porque regrese a la Ibero y volvi a ser un estudiante, esa es una de las mejores cosas que dió este año. Dejo conmigo a mi familia, a mis amigos y al dream team Zony, Tay, Juan e Iván. De salud uno que otro susto, pero sigo vivo, y con ganas de no irme aún. En fin, son muchas las cosas buenas, de las malas no quiero acordarme, es más no sé siquiera si las recuerdo. Por todo lo bueno y por todo lo malo, a unas horas de que termines, año dos mil seis te digo adiós, porque sé que no regresaras por más que te recuerde.
Alejandro Ramírez