domingo, 23 de septiembre de 2007

LA HABANA



Rodeada de mar por todas partes,
soy isla asida al tallo de los vientos...
Nadie escucha mi voz, si rezo o grito:
puedo volar o hundirme...
Dulce María Loynaz



La Habana sigue donde siempre ha estado, el mar inmenso en un constante choque con ese malecón que lo resiste todo, una y otra vez, otra vez y una. Por las noches se llena de ganas y yo le sume las mías.

Regresé a Cuba, después de cinco año de haber estado ahi por primera vez, volví al malecón para darme cuenta que él seguía igual y yo ya no era el mismo. Volví a caminar por sus calles, caminé kilometros y recordé aquella frase que me dijo un maestro cubano: "la Habana es hermosa, se esta cayendo, pero es hermosa".

Conocí a Romelia, una vieja de más de 80 años que todas las noches recorre el malecón de un lado a otro para vender maní. Una noche, me regaló un paquete, me dijo que me lo comiera, que el maní era muy rico y se fue. Lo que no se fue, fueron las ganas mirar el mar con alguién, pero estaba otra vez, como siempre he estado, sólo. Sólo con un cucurucho de maní.

Conocí también a Anilec, Rebeca y Alberto, pero ya eran mis últimas horas en la isla, que lástima que el tiempo dure tan poco, tengo ganas de volver, tal vez lo haga, ahora todo depende del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano y que Todos Hemos Pecado les gusté tanto que la seleccionen en su programación, si es así volveré muy pronto.

Alejandro Ramírez

domingo, 9 de septiembre de 2007

EN LA MITAD DEL MUNDO

Julio Jaramillo en una barda de una calle de Quito, Ecuador.


No puedo verte triste porque me mata
tu carita de pena, mi dulce amor.
Me duele tanto el llanto que tu derramas,
que se muere de angustía mi corazón.
Yo sufro lo indecible si tu entristeces,
no quiero que la duda te haga llorar,
hemos jurado amarnos hasta la muerte
y si los muertos aman, después de muertos amarnos más.
Si yo muero primero es tu promesa,
sobre de mi cadaver dejar caer,
todo el llanto que brote de tu tristeza
y que todos se enteren de tu querer.
Si tu mueres primero yo te prometo,
escribiré la historia de nuestro amor
con toda el alam llena de sentimiento,
la escribiré con sangre, con tinta sangre del corazón.



Estoy en la mitad del mundo, estoy en Quito, Ecuador. He venido a buscar una canción llamada Nuestro Juramento, le he venido a buscar a Ecuador porque aqui es un himno, no el nacional, pero si el del corazón, no hay quien no la conozca, todos saben de ella, al menos, la tonada. La saben porque Julio Jaramillo la cantaba y él, nació y murió aqui, exactamente en Guayaquil.

A esta canción la he venido a buscar porque es la canción de nuestra pelicula Todos Hemos Pecado, cada estrofa es como un verso del guión y en la pantalla sonará muchas veces, en voces e instrumentos distintos. Un homenaje a Ecuador, un pedazo de este país inmeso en una pelicula mexicana.

Alejandro Ramírez