CHAVELA VARGAS

Chavela Vargas en la Colección POSTDATA

FOTO: Zony Maya

De entre las puertas de un jardín enorme apareció la dama que como un trueno se ganó la atención de todos, Chavela Vargas llegó a la Muestra de Cine Mexicano de Guadalajara. También llegó a mi vida, después de una larga espera, tan joven yo y tan vieja ella, tan vacío de vida y ella tan llena, lo único que sabía era que tenía unas ganas inmensas de sentir y vivir con la misma pasión que lo había hecho ella.


Mi silencio nada tuvo que hacer ante su voz, Zony Maya y yo nos acercamos a ella, él le pidió una fotografía para la colección que preparábamos titulada POSTDATA, ella se acercó a la fuente del jardín, se sentó y dijo ¨así me gustan los hombres, que no me tengan miedo¨. 


Nunca le tuve miedo, pero si una devoción, he comprado casi todos sus discos, también casi todos sus discos me los han robado, como magia desaparecen de mi casa, por destino también regresan y han sonado por horas, me sé todas sus canciones, las he cantado noches y noches junto a Laura de la Torre en las desmadrugadas en Sallent, España y sin falta me acompañaron todas las noches que tarde en escribir la película TODOS HEMOS PECADO, para ella y por ella escribí una escena, la de Un Viejo (Mario Almada) y Una Difunta (Josefina Echánove) que se encuentran en la llegada de él al cielo, la canción SOLEDAD resuena en el paraíso, desértico y rodeado de cactus, el amor de estos dos viejos se revuelve con la voz rasposa de Chavela Vargas. A ella le dedique mi película, diciendo ¨...quien me enseñó que el dolor es una señal de estar vivo¨


La escuché por última vez en un Auditorio Nacional, un escenario inmenso en donde solo estaba ella y detrás un guitarrista, con su voz hacía que un mar de aplausos se volviera un desierto de silencio que dejaba escuchar su voz, no terminó su actuación pero  fue para mi la promesa de algún día volver, volver...


Hace meses reapareció en el Teatro de la Ciudad, aplaudió a Marta Aura en su monólogo SOY FRIDA, SOY LIBRE, la vi a lo lejos, despacio pera llena de vida se fue.


Lo que no se irá es su voz, tan fea, tan desgarrada, tan rasposa, dirían algunos... tan hermosa, pasional, emotiva, amorosa, romántica, inigualable... diremos otros.